Hoy el el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética. Este tipo de contaminación se origina por la exposición continua a campos electromagnéticos que provienen, principalmente de dos fuentes las líneas de alta tensión y subestaciones eléctricas y, por otro lado, las antenas de telefonía móvil y sistemas de telecomunicación. Es importante conocer a este respecto el espectro electromagnético; es un diagrama en el que se encuentran todas las radiaciones electromagnéticas ubicadas desde las frecuencias más altas a las más bajas.

La polémica está servida. Con las torres de alta tensión suele haber menos controversia aunque sigue existiendo. El Parlamento Europeo ya afirmó en 1994 respecto a ellas que "Deben aconsejarse pasillos dentro de los cuales quedaría excluida cualquier actividad permanente y, con mayor razón, cualquier vivienda". Además, algunos casos de cáncer bajo ellas y hasta resoluciones judiciales en nuestro país que ordenan movimientos de transformadores (Murcia y Castellón), ponen en alerta a las personas. En ese sentido, la Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética (ICEMS) celebró en Benevento (Italia), durante los días 22, 23 y 24 febrero de 2006, su reunión y en una resolución expuso conclusiones que son bastante concluyentes.

Precisamente Benevento sentó las bases una vez más para las críticas con el riesgo para la salud que suponen las antenas de telefonía móvil. El despliegue de WiFi y WiMAX en ciudades debe realizarse bajo estudio previo. En este sentido, el Proyecto Reflex ya matizó que provoca modificaciones celulares y en el ADN, aunque no son nocivas, en una investigación con 12 países -entre ellos España- cuya financiación cortó la Unión Europea.

En ambos casos, es importante leer la opinión preliminar que la Comisión Europea tiene sobre la contaminación electromagnética. Lejos de tranquilizar, invita a seguir estudiando en epidemiología con urgencia. Todavía se está trabajando en la opinión formal y terminada.

El último párrafo que dedica hoy Rebelión a este tema, suponemos que es compartido por todos: "Es imprescindible el desarrollo de un programa e investigación pública, estatal e independiente, con estudios epidemiológicos sobre los efectos sobre la salud pública y un cambio en profundidad de la normativa actual que debe basarse en criterios de control público sobre los lugares de establecimiento de antenas, valores límite exposición ciudadana que impida que se origen las enfermedades de que hablan esos estudios y se produzcan cambios celulares, así como también es necesario la transformación de la Ley General de Telecomunicaciones y la normativa estatal y autonómica sobre el espacio radioeléctrico". Añadiríamos a esto mantener una fuente de financiación constante para favorecer la generación de energía renovable y con todo esto, evitar ralentizar la innovación.

¿Y tú que opinas?

Fuente:
Banda Ancha
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