
Esta fundación se ha mostrado preocupada por el repunte de lazos ilegales en Asturias, donde se ha pasado de 52 lazos retirados en 2007 a 180 en 2008. Dichas fuentes han recordado que estas trampas suponen un gran peligro para los osos pardos, a los que pueden causar lesiones importantes e incluso la muerte.
Colocados por furtivos o ganaderos
Habitualmente estos lazos son colocados por cazadores furtivos que buscan el trofeo o la carne de corzos y jabalíes; o por ganaderos afectados por los daños que provocan los jabalíes en praderas y cultivos.
Cabe recordar que la colocación de lazos de acero es un delito contra los animales. El Código Penal contempla penas de hasta dos años de prisión, multas e inhabilitaciones para el ejercicio de la caza.
Fuente: Galiciae
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