«Impide el aparcamiento de los vehículos cuando hay una boda o un entierro. Hasta le crea problemas al mismo coche fúnebre», cuenta Joaquín López, alcalde pedáneo (PP). Además, «las raíces están provocando que con frecuencia se rompan las aceras de la calle e, incluso, ya han tropezado ancianos», añade el alcalde.
Aunque la jacarandá es una especie que no está protegida, «se trata de un disparate medioambiental para uso exclusivo de la iglesia», denuncia Joaquín Sánchez, vocal socialista de Los Dolores. «En realidad lo que ocurre es que frente al árbol vive la suegra del alcalde pedáneo, que lleva tiempo intentando que le quiten el árbol y poder ver la calle», añade.
Peligro con el semáforo
El alcalde insiste en que lo que se ha pedido es la elaboración de un informe que determine si se puede talar el árbol, pero lo justifica alegando que «las ramas están tapando un semáforo y tienen peligro de desprenderse», asegura.
La edil Adela Martínez-Cachá (PP) ha anunciado recientemente la puesta en marcha de una campaña para plantar 12.000 árboles.
Fuente: 20Minutos
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