Las organizaciones de consumidores y ecologistas, como todos los años, han editado guías de sencillos consejos para vivir una Navidad más solidaria y ecológica, sin prescindir de lo más importante.
- Árboles y acebos. Cada año, dos millones de abetos navideños de viveros acaban en la basura, recuerdan en Ecologistas en Acción . También el musgo, el acebo y el muérdago se recogen abusivamente e incluso pueden desaparecer. ¿Alternativas? Adornar el árbol de la comunidad de vecinos o colocar uno de papel reciclado o procedente de podas. También se pueden utilizar especies mediterráneas (como sabinas y madroños)que se pueden replantar. Y si hay antojo de acebo, comprarlo en viveros sostenibles, como El Acebarillo (www.elacebarillo.com), también de podas.
- Los adornos. No es necesario comprarlos todos los años. Lo mejor es reutilizar los de ediciones anteriores y aún es mejor si evitamos los de plástico y buscamos de materiales ecológicos. Greenpeace recuerda lo dañinos que son los sprays de nieve artificial o similares.
- Luces.Los datos son muy indicativos: sólo las luces navideñas en las calles de Madrid producen 100.000 toneladas de CO2, según Greenpeace. Solución:la mejor es no ponerlas o, en todo caso, que sean de bajo consumo. Es importante, también, encenderlas sólo en fechas señaladas.
- La comida. Ecologistas en Acción estima que hasta un 40% de los alimentos acaban en la basura en estas fechas por su aspecto o porque se compra de más. Por ello lo más importante es moderar el consumo, pero también lo es adquirir productos locales sostenibles, a ser posible de granjas biológicas. Controlar que los alimentos no sean transgénicos, que sean de la temporada y evitar los precocinados son otros de las recomendaciones. Se lograrán una navidades más sanas y menos contaminantes.
- Envases. Para terminar el año, las uvas en racimos que en cajas de plástico. Cada año, un español utiliza una media de 238 bolsas que no son biodegradables, y en estas fechas aumenta. Consejo: rechace todas las que pueda y utilice las de tela. También rechace las latas y procure valorar el coste del envoltorio respecto al contenido. A veces se paga más por lo primero, que acaba en la basura.
- Regalos. Muchos se pueden reciclar de los que hay en casa. También es buena idea hacer un trueque navideño o hacerlos artesanalmente. Si se compran, mejor en una tienda de comercio justo, de ONG o ecológicos. Importante es que los productos no tengan sustancias químicas contaminantes y, si son ropas, que sean de fibras naturales y ecológicas. Regalar cultura (entradas, suscripciones, libros, etcétera) es otra alternativa que suele tener éxito. Si el regalo es una cesta, tendrá valor añadidos si los productos son locales y de temporada.
- Juguetes. No por ecológico, pero sí por responsable, es importante no incluir juguetes bélicos o sexistas. Lo mejor es buscar juegos que estimulen la creatividad, sin pilas (o sean recargables) y de materiales naturales. Pero sobre todo, que la elección no esté dirigida por el bombardeo publicitario. Y si se evitan las grandes superficies, mejor.
- Reciclaje. En Navidad, la basura se duplica y un 80% no es orgánica. Es importante seleccionar los residuos e intentar reutilizar en casa papeles de regalo e incluso tarjetas de felicitación (aunque es más ecológico un SMS o un e-mail). Si las botellas son retornables, mejor.
- Energía. El mejor ahorro de energía es utilizar el transporte público para salir de casa en Navidades, ya sea de ocio o de compras. También se puede bajar la calefacción, sobre todo en reuniones familiares.
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