Cuidando Gaia

Son concretamente la Sociedad de Cementos y Materiales de Construcción de Andalucía (ubicada en la capital), Viesgo Generación (en Espiel) y Procerán (en Aguilar de la Frontera). En su conjunto estas fábricas, que se dedican a la elaboración de cementos, tejas y ladrillos y carbón respectivamente, expulsaron 45.630 toneladas más de CO2 que las previstas en la normativa. Un dióxido de carbono que es el mismo que arrojarían 17.000 coches si dieran la vuelta al mundo por el ecuador, y que triplica la cifra de gases excedidos de Málaga o multiplica por cuatro a Granada.

Cambio de normativa

En 2005 eran siete las industrias incluidas en el registro de emisiones del Gobierno, pero la UE obligó al Ejecutivo español a modificar los criterios de inclusión en esta lista, por lo que en el año pasado se incluyeron dos más. A pesar de las incorporaciones, el total de las industrias produjeron 2.088.094 toneladas de CO2, un 26% menos que el año anterior. Esta bajada se debe en su mayoría a que la empresa Viesgo Generación redujo en más de 700.000 toneladas el dióxido expulsado. El resto de fábricas de la provincia incluidas en el catálogo arrojó menos contaminación de la que tenía permitida.

Todas estas fábricas y, por supuesto, el tráfico y las altas temperaturas han provocado que la capital sea la octava ciudad de España que más episodios de contaminación registró en 2006. Durante 75 días se superó el valor límite de partículas en el aire, según la estación de medición de la Asomadilla. Aún así, la situación ha mejorado porque en 2005 fueron 102 días. Un excesivo nivel de contaminación puede provocar problemas respiratorios en niños y ancianos.

Emisiones en venta

El Protocolo de Kioto, en vigor desde 2004, asigna a cada país un máximo de emisiones de gases que calientan el planeta –como el CO2– que puede lanzar a la atmósfera. Si una industria contamina menos de lo que establece su cuota, puede vender la diferencia a otras fábricas de su país o del extranjero que ensucien el aire más de lo permitido.