El Cuerpo de Agentes Rurales de la Conselleria de Medio Ambiente ha sorprendido 'in fraganti' a cinco personas mientras colocaban trozos de carne presuntamente envenenados en pasos de fauna y alrededor de instalaciones cinegéticas de una área privada de caza del municipio de Bellprat (Barcelona). La actuación de esta mañana es el resultado de una larga investigación que estaba llevando a cabo en la zona una unidad especial de los agentes rurales de lucha contra el envenenamiento.
El titular del coto y cuatro personas más, vecinos de las localidades de Reus y Tarragona, habían colocado once trozos de carne presuntamente envenenados. Para desplazarse, utilizaban dos vehículos, en uno de los cuales se ha encontrado bolsas con más anzuelos para ser colocados y un bote con líquido tóxico, presuntamente utilizado para envenenar.
La colocación del veneno la hacían presuntamente con el objetivo de matar cualquier especie de fauna salvaje o doméstica que pudiese suponer una competencia para la caza -mamíferos y pájaros rapaces-.
Al mismo tiempo, aprovechaban para soltar, sin autorización, conejos de bosque para cazarlos cuando se levantase la época de coto. La Conselleria inició las investigaciones hace meses, a raíz de una denuncia de un particular al que se le murió su perro al ingerir veneno. Las investigaciones han permitido recoger más de 30 señuelos envenenados, así como localizar diversos ejemplares de fauna salvaje y dos perros domésticos más, muertos por envenenamiento.
El envenenamiento de fauna salvaje está tipificado como delito en el Código Penal, y se castiga con penas de prisión de cuatro meses a dos años, o multa de 8 a 24 meses e inhabilitación para cazar por un tiempo de uno a tres años.
La unidad especial del Cuerpo de Agentes Rurales dedicada a la lucha contra el envenenamiento de animales ya ha resuelto cuatro casos durante este año e imputado a 12 personas como presuntos autores de este delito contra la fauna.
Fuente: La Vanguardia
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