Un grupo de científicos, con participación española, ha descubierto una peculiar bacteria con 'antenas' para atrapar la luz del Sol como fuente de energía, igual que hacen las plantas, con la peculiaridad añadida de que crece en presencia de oxígeno, según los expertos.

Así lo ha manifestado la española Amaya García, una de las responsables de este estudio publicado en el último número de la revista Science, en donde se desvela la existencia de una nueva bacteria 'ovoide', denominada Candidatus Chloracidobacterium thermophilum, que utiliza un tipo de clorofila para convertir la luz en energía.

Hasta ahora, continuó, sólo se conocían cinco grupos de bacterias fototróficas (son las que utilizan la luz del Sol como fuente de energía) con 'antenas' para atrapar los rayos.

Sin embargo, precisó, es "la primera vez" que estas "antenas" han sido detectadas en una bacteria que crece en presencia de oxígeno, lo que, en su opinión, "obligará a reevaluar" lo que se sabía de ellas.

Esta investigadora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad pública de Pensilvania (EEUU) recordó que lo que diferencia las bacterias de las plantas es que éstas últimas, en todos los casos, desde el musgo hasta los pinos, tienen la misma "máquina molecular" para atrapar la luz del Sol y convertirla en energía química.

La bacteria estudiada pertenece al grupo phylum Acidobacteria, que hasta ahora no tenía ningún miembro fototrófico conocido.

La misma ha sido detectada en aguas termales del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, después de que los científicos realizaran un trabajo metagenómico, dirigidos por Donald Bryant, también de la Universidad pública de Pensilvania (EEUU), junto con David Ward, de la Universidad de Montana.

Se cogió una muestra de las aguas termales del Parque Nacional de Yellowstone extrayendo un trozo de suelo para estudiar todos sus genes, con la intención de localizar uno en concreto, llamado PscA y que está relacionado con "la maquinaria de convertir la luz solar en luz química".

Posteriormente, al trabajar con esta bacteria en el laboratorio, los expertos comprobaron que la misma sólo crecía en la presencia de luz y estaba dotada de "los pigmentos y antenas" que los científicos esperaban.

Fuente: 20Minutos

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