Thomas Edison, padre de la electricidad tal y como hoy la concebimos, tenía también un punto de visionario. Ya en su época, comienzos del siglo XX, mostraba su preocupación por el futuro del petróleo y el carbón, según un reportaje del New York Times. Además, también investigó en las posibilidades de los molinos como generadores de electricidad e incluso trabajó con Henry Ford en un coche eléctrico. Y por si fuera poco, a la vista del futuro (y presente) que tiene el negocio de la energía renovable, tendríamos que haber seguido el consejo que le dio a Henry Ford y Henry Firestone: “Yo pondría mi dinero en el sol y las energías solares. ¡Qué fuente de energía! Espero que no tengamos que esperar a que se acabe el petróleo y el carbón para abordar el tema”.

Fuente: ElEconomista
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