La energía renovable tiene que hacerse mucho más renovable – un tema que surgió en la Conferencia de Energía de Financial Time en Londres esta semana.

Aunque los científicos están de acuerdo en que debemos recortar las emisiones de carbono en transporte y generación de electricidad para evitar que el clima global se haga más caliente e impredecible, las tecnologías “renovables” avanzadas a menudo están demasiado basadas en fuentes no renovables, según escucharon los asistentes.

Supratik Guha de IBM dijo en la conferencia que las ventas de células solares de silicio están en pleno auge, siendo 2008 el primer año en que las obleas de silicio para células solares superaron a las que se usaron para dispositivos microelectrónicos.Pero aunque el silicio es el elemento más abundante de la corteza de la Tierra después del oxígeno, crea células relativamente ineficientes que les impide competir con la electricidad generada a partir de los combustibles fósiles. Y las tecnologías de células solares más avanzadas dependen de materiales mucho más raros que el silicio.

Metal raro

La eficiencia de las células solares se mide en porcentaje de la energía luminosa que convierte en electricidad. Las células solares de silicio finalmente alcanzaron el 25% a finales de diciembre. Pero las células solares de multi-unión pueden lograr eficiencias mayores del 40%.

Aunque se piensa en ellas como el futuro de la energía solar, estas y la mayor parte de las otras células multi-unión deben su rendimiento al raro metal de indio, que es muy poco abundante. Existen menos de 10 minerales que contienen indio, y ninguno presente en depósitos significativos – en total el metal cuenta con unas míseras 0,25 partes por millón de la corteza terrestre.

La mayor parte del elemento raro y caro se usa para fabricar pantallas LCD, una industria que ha llevado al indio a precios de 1000 dólares el kilogramo en los últimos años. Las estimaciones que no tuvieron en cuenta una explosión de los paneles solares que contienen indio reconocen que tenemos sólo un suministro de 10 años del mismo.

Si la energía del Sol se convierte en una gran fuente de electricidad, los paneles solares tendrían que cubrir enormes áreas, haciendo esencial una alternativa al indio.

El precioso platino

El sueño de una economía del hidrógeno se enfrenta a retos similares, dijo Paul Adcock de la firma británica Intelligent Energy.

Hasta el momento se ha mostrado esquiva una forma barata de generar hidrógeno. Nuevas aproximaciones, tales como usar enzimas bacterianas para “dividir” el agua, tienen un largo camino antes de ser comercialmente viable.

Hasta el momento, las células de combustible son la forma más efectiva de convertir el gas en electricidad. Pero la mayor parte dependen del caro platino para catalizar la reacción.

El problema es que el platino hace que el indio parezca abundantísimo en la Tierra. Está presente en la corteza terrestre apenas en 0,003 partes por mil millones y su precio es en dólares por gramo, no por kilogramo. Las estimaciones dicen que, si los 500 millones de vehículos que usamos hoy estuviesen equipados con células de combustible, todo el platino del mundo se agotaría en 15 años.

Desafortunadamente las células de combustible libres de platino aún están bastante lejos de las pruebas. Una célula de combustible catalizada por níquel desarrollada en la Universidad de Wuhan en China, tiene una salida máxima de alrededor del 10% de lo que puede ofrecer un catalizador de platino.

Una nueva aproximación que se anunciaba ayer demuestra que los nanotubos de carbono podrían ser mucho más efectivos, así como más baratos, que el platino. Pero de nuevo, pasarán muchos años antes de que las células de combustible libres de platino se conviertan en una alternativa comercial.

¿Combustible vs comida?

Los biocombustible, como el etanol fermentado a partir del maíz, están entre los ejemplos más infames de la dudosa sostenibilidad de las formas de energía supuestamente renovables. Esta vez el recurso no renovable en riesgo es la tierra cultivable del mundo, dijo Ausilio Bauen del Imperial College de Londres en la reunión.

De nuevo, existen potenciales soluciones, pero ninguna de ellas lista para el mercado. Los combustibles a partir de la celulosa o incluso de la lignina pueden ser derivados a partir de material vegetal no comestible y de la madera en lugar de cultivos alimenticios. Las algas, cultivadas en tanques al aire libre, continúan atrayendo la atención, y extraer biocombustibles de las algas marinas podría evitar los problemas de uso en tierra por completo.

Las tecnologías de energías renovables siguen siendo una gran esperanza para el futuro, y tienen garantizados fondos de investigación a corto plazo. Pero a menos que se establezca una segunda generación de ideas para energía verdaderamente sostenible, la luz renovable estaría en peligro de apagarse.

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