
En Australia, unos empresarios decidieron cortar (ilegalmente) unos cuantos árboles situados al borde de un barranco, porque decían que no dejaban ver la increible vista que les dejaba el mar.
Pues el alcalde del ayuntamiento de esa localidad, decidió tomar medidas en el asunto, y de que forma: Colocó 2 contenedores de transporte justo al borde del precipicio y prohibió a los empresarios tocarlos.
Es casi divertida esta historia, y digo casi, porque la acción de los empresarios ha quedado totalmente impune. Y no solo eso, sino que el alcalde gastó la cifra de 10.000 dólares para colocar los 2 contenedores ahi, pudiendo aprovechar ese dinero para replantar la zona.
Fuente: News
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