Barack Obama no es el único máximo dirigente mundial volcado en apostar por las energías renovables tanto para reducir la dependencia energética del petróleo como para generar empleo. Reino Unido acaba de lanzar un ambicioso concurso público para instalar 25.000 megavatios (MW) de energía eólica marina (off shore, como es conocida en círculos técnicos) en sus costas antes de 2020. Dicha potencia es equivalente a la que tendrían 25 centrales nucleares como la de Trillo (Guadalajara), la más potente de las siete que tiene España en funcionamiento.

La propuesta incluye nueve zonas susceptibles de ser transformadas en parques eólicos marinos y ha sido lanzada por Crown State, una agencia encargada de gestionar el patrimonio inmobiliario de la corona británica y que incluye la gestión del lecho marino.

Las zonas elegidas van desde el Este de Escocia hasta la zona marítima que se encuentra entre Liverpool y la Isla de Man, rodeando la isla de Reino Unido. Y la inversión necesaria para desarrollar el proyecto ronda los 87.000 millones de euros, una cantidad nada desdeñable si se compara con el gran proyecto de Obama, que contempla la inversión de cerca de 115.000 millones de euros (150.000 millones de dólares) durante la próxima década para la transformación energética de todo Estados Unidos y para la creación de cinco millones de empleos. La nueva propuesta de Crown State supone la tercera fase de un proyecto que llevará a Reino Unido a contar con 33.000 MW de potencia eólica instalada en el mar.

"Un proyecto de esta entidad es absolutamente necesario para que cumplan sus objetivos de reducción de emisiones antes de 2020, en él basan su futuro energético y el impulso a la generación de empleo", asegura Raúl Manzanas, responsable de ejecución de proyectos I+D+i de Acciona Energía, compañía que opta a la concesión de una de las nueve áreas recientemente propuestas. La Unión Europea ha fijado como objetivo comunitario para 2020 que un 20% del consumo de energía primaria provenga de fuentes renovables. Esosupone que cerca del 35% de la electricidad europea deberá ser generada con fuentes limpias. Lo que, según los expertos, sitúa la producción eólica off shore como un factor clave para su cumplimiento.

"Alemania tiene en la actualidad 26.000 MW de potencia eólica terrestre y nada en el mar", cuenta Manzanas, "pero tiene un plan de futuro en el que el 10% de la electricidad que consuma en el año 2030 provendrá de eólica terrestre y el 15% será generada por aerogeneradores situados en el mar. Eso supondrá un esfuerzo enorme".

Según calcula la Asociación Europea de la Energía Eólica en su reciente informe 'Wind at work', en el año 2025 la energía eólica marina ya generará más empleo que la terrestre y situará la cifra de trabajadores de los 154.000 registrados en 2007 hasta los cerca de 370.000.

En la actualidad, existen 33 parques eólicos marinos en funcionamiento y todos ellos están en Europa (en su mayor parte en Reino Unido y en Dinamarca). Pero en total suman una potencia de menos de 1.500 megavatios. Tan sólo una de las nueve áreas de la nueva propuesta podría alcanzar los 8.000 MW. La comparativa da idea de lo ambiciosa que resulta la apuesta Británica.

Aunque algunos de los principales motivos de la apuesta por esta fuente de energía son ambientales, existen algunas voces que reclaman una mayor investigación para evaluar los posibles daños que se podrían generar en los fondos marinos o a las especies. Responsables de WWF/Adena opinan que es necesario estudiar cada caso para evitar que un cambio en las corrientes pueda afectar a la migración del atún rojo, por ejemplo.

"No se puede entender el futuro sin energía eólica, pero el gran desafío es hacer las cosas bien, que se localicen los parques off shore en sitios adecuados y que se minimice su impacto ambiental y visual", dice Domingo Jiménez Beltrán, ex director de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Desde Acciona aseguran que en todas las propuestas que han hecho se han tenido en cuenta estos aspectos. «Y se han desechado zonas por no ser sostenibles, aunque económicamente eran sitios fabulosos», cuenta Raúl Manzanas. Sin embargo, España está lejos de estos debates europeos. El torpe trámite del Estudio Estratégico del Litoral, impide que se pueda siquiera experimentar, a pesar de que el Real Decreto que lo permite se aprobó en 2007.

España pierde el tren de la eólica marina

En España la ley permite desde el año 2007 la instalación de parques eólicos marinos. Sin embargo, las solicitudes de empresas como Acciona, Iberdrola o Capital Energy para impulsar esta fuente de energía en las costas de Galicia, Cádiz, Tarragona, Huelva o Castellón se van amontonando desde hace años.

Un documento que regulará los lugares para instalar parque eólicos marinos y que debieran haber firmado de forma conjunta los ministerios de Industria y el de Medio Ambiente a principios de 2008 impide que se pongan en marcha. «Esto deja a España en una mala situación con respecto a otros países. Necesitamos que nos dejen meternos al agua para experimentar y hacer simulaciones», dice Raúl Manzanas de Acciona.

Fuente: El Mundo

Si bien la energía del sol es limpia, fabricar un panel solar puede no serlo tanto. Ahora bien, sobre esto existen muchas ideas equivocadas. Repasamos los químicos empleados y el tiempo que tarda una célula fotovoltaica en compensar la energía requerida en su producción.

¿Contienen las placas elementos químicos contaminantes? Como cuenta Antonio Luque, fundador y hasta hace poco director del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid, el silicio —el segundo material más abundante de la tierra (corteza terrestre), después del oxígeno— es el principal material utilizado en la fabricación de placas solares, y "ni es tóxico ni contaminante". Eso sí, durante la producción de las placas, "se pueden usar metales pesados como el plomo(para las soldaduras), pero en realidad son problemas menores en los que no obstante ya se está trabajando", añade este malagueño.

Carlos del Cañizo, nuevo director del Instituto Solar y antiguo discípulo de Luque, advierte de que hay que tener algo más de cuidado con algunas células de capa fina, ya que en su fabricación se utilizan pequeñas cantidades de cadmio que sí pueden causar algún problema tóxico. Lo que hay que tener claro, "es que el manejo de los químicos y metales pesados utilizados durante la fabricación de estas placas está muy controlado por la industria química, y una vez que el módulo está terminado, no existe ningún peligro".

Además de las medidas de seguridad que se toman en la producción de los paneles, es necesario poner en marcha un tratamiento de reciclaje o de residuos de las placas solares al final de su vida útil. "Las células de capa fina deberían ser tratadas por su contenido en cadmio, y las de silicio también (no porque sean peligrosas, sino porque al final se convierten en chatarra)", cuenta Luque. De hecho, aunque todavía pasarán unos años antes de que una parte importante de módulos fotovoltaicos finalice su ciclo de vida, ya existe un programa europeo, PV Cycle, que garantiza la recogida de los módulos y el reciclaje de un 85% de sus desechos.

¿Cuánto tarda una placa solar en compensar la energía utilizada en su producción?

Hasta aquí conocemos algunos de los elementos químicos que contiene una placa solar. El siguiente paso es determinar el tiempo que tarda una célula fotovoltaica en funcionamiento en recuperar la energía consumida para su fabricación, lo que se conoce como tasa de recuperación energética. Según Luque, hay dos procesos en la fabricación de la célula en los que se consume una mayor energía: la purificación del silicio y la cristalización. "Si conseguimos cambios radicales de consumo en estos procesos, en un futuro las placas solares podrían recuperar esa energía en menos de un año", señala este pionero de la energía solar en España.

Y es que la tasa actual de recuperación energética de una placa solar en España se estima en una media de dos años, según un estudio (ver pdf) de la Agencia Internacional de Energía. Eso sí, no es lo mismo instalar un panel en Bilbao que hacerlo en Córdoba, ya que el número de horas de sol que recibe cada ciudad determina la producción de esta energía limpia.

La tecnología de las células de silicio normales no ha cambiado radicalmente durante los últimos años, pero lo cierto es que que se está mejorando mucho en la eficiencia y en la forma de fabricarlas, lo que ayuda sin duda a compensar más rápidamente esa energía utilizada en su producción. En lo que se refiere a la mejora de eficiencia, según Cañizo, "se ha pasado de un 7-8% de rendimiento de hace 50 años a un 15-16%, e incluso a un 20% en eficiencia industrial".

Si bien la energía solar demuestra no tener un gran impacto ambiental, otras energías renovables son aún más eficientes en este aspecto. Hablamos de la eólica. Un relevante estudio de 2006 de la Danish Wind Industry Association analiza el ciclo de vida de un aerogenerador de 600 kW que funcione al año 2.400 horas equivalentes, y estima que el período de retorno energético es de unos tres meses o lo que es lo mismo, estas turbinas generan unas 80 veces más energía de la utilizada en su fabricación.

A pesar de que a la energía solar aún le queda un gran margen de mejora en técnicas de producción y eficiencia, lo cierto es que la gran cantidad de irradiación solar que recibe nuestro país hace que tengamos ventaja respecto a otras ciudades del mundo a la hora de compensar la energía utilizada. Por ejemplo, en cubierta, Sevilla necesita 1,73 años, Barcelona 2,12 y Berlín 3 años.

Con más detalle, el siguiente cuadro compara tres ciudades españolas con otras cuatro urbes de diferentes partes del mundo y aborda conceptos como: la irradiación solar, la producción anual, el tiempo de recuperación energética en años, la tasa de retorno energético en número de veces —por ejemplo, un panel en Barcelona produce 13,2 veces más energía de la que ha consumido a lo largo de su vida— y el potencial de las placas para la mitigación de toneladas de CO2, es decir, las emisiones de dióxido de carbono que evitamos utilizando la energía del sol.

BarcelonaIrradiación horizontal global 1446 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)1193759
Tiempo de recuperación energética (años)2,123,33
Tasa de retorno energético (en número de veces)13,28,0
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)15,89510,115
MadridIrradiación horizontal global 1660 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)1394884
Tiempo de recuperación energética (años)1,812,86
Tasa de retorno energético (en número de veces)15,69,5
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)18,57911,778
SevillaIrradiación horizontal global 1754 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)1460895
Tiempo de recuperación energética (años)1,732,82
Tasa de retorno energético (en número de veces)16,39,6
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)19,45611,919
BerlínIrradiación horizontal global 999 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)839584
Tiempo de recuperación energética (años)3,014,32
Tasa de retorno energético (en número de veces)9,05,9
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)14,44510,060
TokioIrradiación horizontal global 1168 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)955631
Tiempo de recuperación energética (años)2,644,00
Tasa de retorno energético (en número de veces)10,36,5
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)14,5449,607
SidneyIrradiación horizontal global 1614 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)1319811
Tiempo de recuperación energética (años)1,913,11
Tasa de retorno energético (en número de veces)14,78,6
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)33,28520,459
WashingtonIrradiación horizontal global 1487 kWh/m2
CubiertasFachadas
Producción anual (kWh/kWp)1249814
Tiempo de recuperación energética (años)2,023,10
Tasa de retorno energético (en número de veces)13,88,7
Potencial para la mitigación de CO2 (tCO2/kWp)22,80914,86


Fuente: Soitu
Estos cinco nacimientos suponen "el mejor resultado en la historia" de este centro, construido en 1996 por la Junta de Andalucía para apoyar la reintroducción de esta ave en dicho espacio protegido, de donde se extinguió en la década de los ochenta del pasado siglo, según ha destacado en un comunicado la Fundación Gypaetus, que gestiona este centro.

De los 19 ejemplares de quebrantahuesos que alberga este centro (ocho machos y once hembras) se han emparejado 14 que han puesto ocho huevos, seis de ellos embrionados y de los que han salido adelante cinco pollos "que evolucionan favorablemente al cuidado de sus padres biológicos o adoptivos".

Las parejas reproductoras de esta temporada han sido Cabús y Corba, una de las más antiguas; Elías y Viola, padres por segunda vez; Teyo y Sabina y Tus y Keno, ambas primerizas; y Borosa y Toba que aunque pusieron un huevo no embrionado se han convertido en padres adoptivos del último pollo nacido en el centro de cría en cautividad.

El primer nacimiento tuvo lugar el 28 de enero y el último, el 22 de marzo, y desde 2002 son ya 21 los pollos de quebrantahuesos nacidos en este centro de cría, en el que "la incubación y el desarrollo de los pollos corre principalmente a cargo de los padres, tratando, en todo momento, de que la intervención humana sea la mínima posible", según el comunicado.

Uno de los logros de esta temporada de cría ha sido el nacimiento del primer pollo de Teyo, un macho nacido en 1992 y llegado al CCQ procedente de Austria y que era hasta ahora el único descendiente de uno de los ejemplares fundadores del programa de cría internacional.

Este centro cría pollos de quebrantahuesos para futuras reintroducciones en la naturaleza y sirve de reservorio genético para garantizar la supervivencia de las distintas poblaciones europeas, según ha destacado en el comunicado el gerente de la Fundación Gypaetus, Juan Montes.

Desde 2006 se han liberado en las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas nueve ejemplares de quebrantahuesos de los que cuatro -todos hembras- han fallecido por diversas causas.

Fuente: Noticias Yahoo